El sindicato de trabajadores de la ensambladora nipona en Cumaná, decidió ayer, previa asamblea, permanecer dentro de las instalaciones de la planta, luego de que presuntamente el patrono los instara a irse a sus residencias. Los operarios permanecen en las instalaciones y dicen que aceptarán pago de medio sueldo. Mintras dice que empresa automotriz no cumplió los pasos para paralizar actividades.
CUMANÁ.- La decisión de la alta gerencia de la ensambladora Toyota, en Cumaná, de enviar al 90% de la masa trabajadora a sus casas, alegando falta de materiales para el ensamblaje de los vehículos, aumentó el descontento del Sindicato de Trabajadores de la empresa.El secretario general de Sintratoyota, Antonio Hernández, hizo circular la decisión de la empresa y agregó que, en asamblea, los operarios decidieron no retirarse de la ensambladora, por considerar que se está violentando el derecho al trabajo.Hernández solicitó al Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social (Mintras), realizar una inspección “in situ” para que “constaten la problemática que tenemos”.Asimismo, calificó las medidas adoptadas por la ensambladora nipona como, “un plan desestabilizador que tienen todas las empresas y en especial aquellas dedicadas al área automotriz, para desestabilizar al país”.Según la información suministrada por el titular de Sintratoyota, empresas como la Ford, General Motors y Chrysler, estarían manejando la posibilidad de paralizar sus actividades al igual que ellos y quienes laboran en la Mitsubishi.“Es necesario venir a cumplir con nuestras actividades normales y rechazar contundentemente las medidas que pretende aplicar la empresa, pues no sólo nos están mandando a nuestras casas, sino que pretenden pagarnos el 50% del salario y así se impacta nuestra remuneración mensual, las prestaciones y hasta las utilidades del año 2008”, expresó.Más tardeLos trabajadores de Toyota no se conformaron con sólo mantener la ocupación de la planta, sino que a media mañana un grupo se dirigió a la sede de la Inspectoría del Trabajo, localizada en el centro de la ciudad, a fin de buscar un pronunciamiento por parte del organismo dependiente del Minstras.Aunque no fueron atendidos como esperaban por los representantes de la inspectoría, los operarios de Toyota contaron con el apoyo de la Unión Regional de Trabajadores (URT), del estado Sucre.El representante regional de la URT, José Antonio García, aseguró que el gremio apoyará a los trabajadores de Toyota. “La medida de suspensión de trabajo a los operarios viola por completo el derecho al trabajo. Son más de 2 mil trabajadores afectados”.Mientras tanto el coordinador de la Región Oriental del Mintras, Néstor Suárez, dijo que la ensambladora Toyota no siguió los pasos para dictar la suspensión de las actividades.“Debieron hacer una asamblea con los trabajadores para plantear la situación, luego hacer un escrito y enviarlo a la inspectoría del trabajo para que lo autorizara”, dijo.El funcionario aseguró que evadir cualquier procedimiento conlleva a sanciones hacia el patrono, “pero habrá que esperar a ver cómo se soluciona el conflicto”, dijo.
Vale recordar que a finales de 2007 fueron varias las paralizaciones de las cuales fue objeto la ensambladora Toyota, por parte de los trabajadores, para exigir ajustes salariales.Sin confirmarAl cierre de esta edición se desconocía la posición de la empresa en cuanto a la suspensión de las actividades en la ensambladora, pues El Tiempo intentó establecer comunicación vía telefónica con el gerente de Relaciones Industriales de Toyota, Carlos Castillo y este no contestó su móvil.En apurosEn febrero pasado la ensambladora Toyota reveló que habían retrasos para la obtención de divisas para importar partes. Por ello dejó de producir, en ese momento, su cuota habitual de automóviles estimaba entonces de 180 vehículos diarios, es decir, se dejaron de ensamblar 2 mil 700 carros durante la quincena que estuvo paralizada por falta de insumos.