Por las principales vías de Cumaná y Carúpano andan sin rumbo fijo muchas personas que sufren insania mental. Algunos de ellos sobreviven gracias a limosnas, pero otros están sumidos en el mundo de las drogas. Organismos públicos tratan de recuperarlos a través de jornadas y tratamiento especializado
CUMANÁ.- En los alrededores del centro de la capital sucrense se observan a diario decenas de personas que por situaciones desconocidas, perdieron la cordura y ahora deambulan sin rumbo fijo.Muchos de ellos son pacíficos, pero otros se tornan violentos si alguien se niega a darles dinero. Por las calles se les ve caminar malolientes, hambrientos sin que nadie se conduela de ellos.Algunos de estos seres que sufren insania mental se refugian en las drogas para calmar sus necesidades físicas. Y hay quienes llegan a ese estado precisamente por la acción de los psicotrópicos.Una joven que anda por los alrededores de las avenidas Gran Mariscal y Santa Rosa de Cumaná, es una de los “famosos” dementes. Por lo general se sienta frente a los cajeros automáticos del Banco Mercantil y pide dinero a los que retiran efectivo. Si se niegan a colaborar, se molesta hasta el punto de llegar a escupir a los desprevenidos.En la avenida Independencia de Carúpano, frente al CC Olas del Caribe, se instala una iracunda anciana que profiere groserías e insultos aparentemente a personas “imaginarias”.
Si alguien se atreve a responderle, ella lo persigue y golpea sin piedad. Al parecer, tiene familiares que la atienden porque todos los días se le ve con una ropa diferente. Pero come gracias a la bondad de algunos “samaritanos” carupaneros.Aunque las autoridades regionales implementan programas para rescatar a estos infortunados, se desconoce exactamente la cantidad de enfermos mentales que deambulan por la entidad.Programas oficialesLa unidad de Sanidad Mental de Fundasalud encabeza los planes de rescate de estos pacientes. Para ello recibe el apoyo logístico de la Fundación de Desarrollo Social (Fundesoes).Olga Núñez, directora de Fundesoes, explicó que el organismo que dirige colabora con el traslado de los dementes y demás indigentes a centros de rehabilitación.“Hacemos un estudio de todos los insanos mentales, los persuadimos a que vengan con nosotros. En los centros de rehabilitación los bañamos, vestimos, les cortamos el cabello y le brindamos alimentación y consulta médica”.Fundesoes también procura ubicar a los familiares del paciente para incorporarlos también en el programa de reajuste del demente mental.Como varios de ellos son consumidores habituales o eventuales de estupefacientes, Fundesoes trabajan en conjunto con la unidad de sustancias psicotrópicas de Fundasalud.Liliana Vargas, miembro de la directiva de Fundesoes, añadió que colaboran estrechamente con la Fundación Braties, la cual se especializa en atención de los pacientes mentales en estado de abandono.El director general de la Alcaldía del municipio Sucre, Francisco Vilachá, dijo que el alcalde Enrique Maestre inició un plan de rescate de los dementes. Algunos fueron internados en centros de asistencia psicológica en Caracas, para su tratamiento y posterior reinserción a la comunidad.
Se espera que se resuelva este delicado problema social. No se trata de sentirse incómodo ante la presencia de un “loco”, sino de tener un poco de sensibilidad y conciencia, ante esa persona que un día fue tan normal como cualquiera de los mortales, con seres queridos, proyectos y sueños.800 trastornados mentales reciben atenciónEl componente regional de Salud Mental, dependiente de Fundasalud, atiende a 800 pacientes con diferentes clases de trastornos mentales en el estado Sucre. El organismo forma parte de los programas de salud del Gobierno Nacional.Xiomara Farías, coordinadora adjunta de este programa, explicó que atienden a los enfermos en cuatro ambulatorios de la entidad: Salvador Allende, Ayacucho y Brasil de Cumaná y el Otaola Rugliani de Carúpano.“Entregamos psicofármacos a personas con trastornos mentales y de la conducta desde hace seis años. Englobamos a las comunidades a través de la Fundación Van Gogh, que reúne los reune y les explica los diferentes trastornos y los anima a que asuman su enfermedad y acepten el tratamiento médico”.Indicó que parte del financiamiento parte del plan operativo anual, pero también reciben medicamentos directamente del Ministerio de Salud. Farías expresó que la alcaldía tiene entre sus deberes la atención a este tipo de pacientes.“Hay una ordenanza al respecto, y por ello es necesario retomar el proyecto de construir una casa de refugio, para que los pacientes puedan acudir de su propia voluntad para comer, bañarse, hacer alguna actividad y pernoctar si es necesario”.Aclaró que, en el ámbito mundial, se abolieron los centros de confinamiento o “manicomios”, y en sustitución los pacientes son atendidos de manera ambulatoria.Diversos factores trastornan la menteHasta el siglo 19 se denominó oficialmente como locura al determinado comportamiento que rechazaba las normas sociales establecidas. El término deriva de la desviación de la conducta normal en la sociedad, denominada delirio, que proviene de la palabra latina delirare, que significaba originalmente, en la agricultura, “desviado del surco recto”, por culpa de un desequilibrio mental. Así se denominaba a quien padecía de delirios enfermizos, impropios del funcionamiento normal de la razón, que se identificaban por la realización de actos extraños y destructivos.En cada caso, el afectado muestra una conducta que se aparta de la normalidad de una forma determinada. Por ello, los dementes quedan desplazados de su entorno social.Frecuentemente, se manifiesta como una pérdida de control, en la que los sentimientos se muestran desinhibidamente. La conducta se desplaza fuera de lo racional y las consecuencias de los propios actos no se tienen en cuenta. Los actos pueden ser objetivamente absurdos e inútiles o completamente instintivos.Las causas son variadas y depende mucho de la incapacidad de la persona para afrontarlas: la muerte de un ser querido, excesivo estado de estrés, gravísimos problemas económicos, presiones sociales, insomnio crónico, exceso de ego, entre otros. Todavía se investiga la relación existente entre los factores genéticos y la insanidad mental. Por lo general los dementes son excluidos del entorno familiar y social, agravando aún más su precaria condición.El consumo de estupefacientes provoca daño cerebral, por lo que en ocasiones puede ser determinante en el momento del desequilibrio psicológico.Uno de los primeros intentos de tratamientos para la locura estuvo a cargo de Sigmund Freud, quien empleó para ello el Psicoanálisis.En la actualidad, las sesiones se complementan con medicamentos, entre los cuales se encuentran varios tipos de psicofármacos: anticíclicos, psicoestimulantes, ansiolíticos, antiobsesivos, antidepresivos, entre otros.El tratamiento incluye terapias de rehabilitación para que el paciente recobre la conciencia y se inserte en la sociedad.